viernes, 22 de abril de 2022

- Tras la consagración de Rusia del 2022

Hace casi un mes de la consagración que el Papa Francisco hizo de Rusia (y Ucrania), en directa relación con las revelaciones de Fátima en 1917 y años posteriores. Dichas apariciones vinculan a Rusia con el comunismo y la guerra, y piden como remedio frente a esas amenazas –y para conseguir la paz– la consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María «por parte del Papa, en comunión con todos los obispos del mundo».

Con carácter inmediato se deseaba evitar la que sería la Segunda Guerra Mundial, pero la negligencia en atender el pedido del Cielo solo consiguió «acortar la guerra» a partir de 1942, cuando Pío XII efectuó la primera aunque muy limitada consagración. Sería san Juan Pablo II quien en 1984 hiciera la más completa –aunque sin verbalizar a Rusia– provocando la caída del Muro de Berlín y la implosión de la URSS sin violencia alguna, acontecimiento ahora calificado por Putin como «la mayor catástrofe del siglo XX».

Tras esos sucesos y frente a quienes opinaban que el tercer secreto se refería al pasado siglo, Benedicto XVI en su visita a Fátima el 13 mayo de 2010, declaró que «se equivocan quienes creían que la dimensión profética de Fátima ha terminado». La última afirmación de la Virgen es clave para discernir correctamente lo que puede suceder como directa consecuencia de lo efectuado por Francisco el pasado 25 de marzo: «Al final, mi Corazón Inmaculado triunfará; el Papa me consagrará Rusia –que se convertirá– y le será dado al mundo un tiempo de paz».

Ya comentamos que esa «conversión» de Rusia vinculada a ese Triunfo debe ser el final del cisma entre la Iglesia Católica y la Ortodoxa, que data de 1054, por lo que conviene seguir con atención lo que sucede actualmente en el campo de la ortodoxia occidental en general y en la rusa en particular. 

   En este ámbito, es muy relevante la conflictividad generada por la situación de Ucrania. Las 15 Iglesias ortodoxas son autocéfalas, considerándose al Patriarca de Constantinopla como un «primum inter pares» –el primero entre iguales–, quien reconoció la auto-cefalia a la Iglesia de Kiev en 2018, que se había desvinculado de su histórica dependencia del patriarcado de Moscú tras la revolución del Maidán cuatro años antes. 

  La actitud del patriarca moscovita Kiryl pidiendo apoyo a los rusos en su actual guerra ha provocado una ola de solidaridad –Antioquía, Alejandría, Rumanía…–, con Constantinopla y Kiev desvinculándose de él; hecho sin precedentes en la reciente historia. Francisco y Kiryl están preparando un encuentro que, de realizarse, sería histórico a estos efectos.

 Jorge Fernández Díaz, La Razón 22 abril 2022

lunes, 11 de abril de 2022

- Los errores de Rusia esparcidos por el mundo

Los Errores de Rusia se esparcieron por el mundo y cómo se empezó su Recristianización 

Aquí hablaremos sobre cómo Rusia esparció sus errores por el mundo, especialmente por occidente, y cómo fue luego el primer país en comenzar su re cristianización, mientras que occidente persistió en perseverar en los errores que había recibido de Rusia.  Occidente se está volviendo anticristiano y Rusia volviendo al cristianismo.

Y Dios reservó a la Iglesia Católica el papel de decisor sobre lo que sería Rusia, porque le dio la fórmula para convertirla en fuente de gracia para el mundo, en lugar de perseguidora.

 Cuando lucifer se rebeló contra Dios, se convirtió en satanás, introdujo el pecado en el corazón de los hombres haciendo pecar a los primeros padres, Adán y Eva.

Y luego a los seres humanos en la Tierra, donde fue el amo y señor, y la divinidad que adoraron gran parte de las primeras civilizaciones humanas.

Pero con la encarnación de Jesucristo comenzó a desarrollarse el reino de los cielos en la Tierra, que los cristianos rezamos en el padrenuestro para que crezca cada vez más.

La prédica del cristianismo fue extendiendo ese reino, al punto que del siglo IV al siglo XVI sucedió lo que llamamos cristiandad, con un crecimiento incesante del cristianismo, ganándole terreno en lucha cuerpo a cuerpo a la influencia demoníaca.

Pero los demonios fueron aprendiendo cómo contrarrestar al cristianismo y a partir del siglo XVIII comenzaron a volver a su influencia anterior.

Primero la Revolución Francesa y el Iluminismo, una declaración de guerra contra Dios.

Luego la Revolución Industrial del siglo XIX, cambió la estructura de la familia, con los hombres dejando el campo para ser operarios en grandes plantas industriales, y las mujeres fueron incorporadas al trabajo, dejando de atender todo el tiempo a sus hijos.

finalmente vino el gran proyecto revolucionario de hace un siglo, con el que la influencia demoníaca se volvió hegemónica de nuevo.

Y sobre el que Nuestra Señora vino a alertar en las apariciones de Fátima.

En el siglo XIX surgió en Alemania Karl Marx, un filósofo masón, con vínculos satánicos como lo exponemos en un video que te recomendamos mirar, que aún siendo protestante parte de su vida, desarrolló una doctrina anti cristiana.

Llamó a la religión el opio de los pueblos, planteó la abolición de la familia e instigó las revoluciones del naciente proletariado industrial contra los capitalistas, para instaurar regímenes dictatoriales supuestamente regidos por los proletarios.

Esta especie de religión atea apocalíptica penetró fuertemente en la intelligentzia occidental, porque Marx la invistió con el rótulo de socialismo científico y su prédica penetró en las universidades a través de la economía.

70 años después de su obra más explosiva, el Manifiesto del Partido Comunista, su revolución se cristalizó en Rusia, curiosamente un país muy cristiano, aunque ortodoxo, y muy mariano.

Pero unos días antes de que sucediera, Nuestra Señora bajó a Fátima a advertir de este mal que se estaba introduciendo en el mundo.

Y allí dijo tres cosas: catalogó al comunismo como una obra maligna, dijo que iba a introducir sus errores por el mundo produciendo sufrimiento, desaparición de naciones y persecución a la iglesia, y nos dio el remedio para que no esparciera esos errores.

Se podía evitar que esparciera sus errores por el mundo, si el Papa consagraba Rusia al Inmaculado Corazón de María juntos con todos los obispos del mundo.

Y si se hacía así, Rusia se convertiría, triunfaría el Inmaculado Corazón de María y se daría al mundo una época de paz.

Sucesivos Papas la trataron de hacer, pero sucedieron tres cosas.

Primero, los papas no lo cumplieron como lo había pedido la Virgen estrictamente, por razones humanas.

Segundo, el Señor se quejó a Sor Lucía diciéndole que al final lo harían pero sería tarde.

Y tercero, todas las consagraciones tuvieron, digamos gracias adicionales, aunque no el premio mayor, terminando guerras, tirando abajo el régimen soviético y comenzando la re cristianización de Rusia.

Pero lo más importante de esto es que fue efectivamente tarde y el comunismo se instaló fuertemente en occidente y en el resto del mundo.

¿Y cómo fue esto?

En primer lugar por la propia URSS.

Extendió su lógica atea a China y todo el sudeste asiático. Produjo regímenes comunistas en África y Latinoamérica.

Estallidos civiles en Europa, un ejemplo claro es la guerra civil española. Y diversos movimientos guerrilleros armados por todo el mundo. 

También penetró en la Iglesia.

El desertor soviético Ion Pacepa afirma que la KGB inyectó la Teología de la Liberación en la Iglesia latinoamericana.

Lo que puede apreciarse por la cantidad de curas que se hicieron guerrilleros y en las declaraciones de personajes como el Padre Miguel D’Escoto, excanciller de Nicaragua, que dijo: «el mensaje de Jesús fue 100% político, antiimperialista y revolucionario», un claro mensaje marxista.

Pero lo más importante y que mucha gente no llega a comprender, es que el marxismo, el comunismo, mutó en una versión occidental, y es la que hoy gobierna occidente desde hace décadas.

Por la década de 1920 el millonario Félix Weil, un conocido personaje de la izquierda fundó el Instituto de Investigación Social en la Universidad de Frankfurt en Alemania.

Y allí se desarrolló lo que se llama la Teoría Crítica.

Los principales de la escuela de Frankfurt fueron Teodoro Adorno, Max Horkheimer y Jurgen Habermas.  Esta corriente se asoció con la metodología de la marcha sobre la cultura occidental, ideada por el fundador del Partido Comunista Italiano, Antonio Gramsci. Y ambas corrientes establecerían en occidente lo que se llama el Marxismo Cultural. Para estos marxistas culturales, occidente era una ciudadela de opresión y dominación que había que destruir. concentraron su plan en subvertir las instituciones occidentales, tales como la familia, la religión y la cultura.

Planificaron un modelo de una sociedad multicultural donde los grupos minoritarios y sus intereses tenían un valor moral a priori, mayor que el del resto de los habitantes. 

Mientras que los grupos cohesivos, como la familia, fueron vistos como patológicos y que debían desaparecer.

Promovieron la terminación de la vida antes de nacer, la no heterosexualidad y el divorcio.

Cuando la segunda guerra mundial, debieron exiliarse en EE.UU. y allí se les unió Herbert Marcuse. Y también esta corriente fue nutrida por el psicoanálisis de Wilheim Reich, y por el padre de la revolución sexual Alfred Kinsey.

Con todos estos aportes se produjo el despegue de esta corriente, penetrando fuertemente en las universidades de todo el mundo, donde se formaban las clases dirigentes.

Pero su traslado a toda la sociedad se produjo en la década de 1960.

Su punto culminante fue el mayo de París 1968, que resultó ser la síntesis de los enemigos de la moral cristiana.

Occidente fue recorrido por una ola de disconformidad con las normas morales occidentales producida por rebeliones estudiantiles.

Todo lo anterior era decadente y había que destruirlo expresado en frases como «prohibido prohibir» o «corre, el mundo viejo está detrás de ti» o «toma tus deseos por realidad». Pregonaban un nuevo orden basado en el rechazo de todas las formas de autoridad, en el amor libre sin culpas, en la deconstrucción de la familia y de la sexualidad natural, y el empoderamiento de las mujeres.

Y esta lógica de rebelión contra los instituido y contra la tradición, también penetró en la Iglesia a través del Concilio Vaticano II por la misma época.

Treinta años más tarde estos jóvenes estudiantes de los ’60 serían los líderes empresariales y políticos que gobernarían occidente.

Y fueron los que atornillaron el marxismo cultural a occidente.

Por lo que no les falta algo de razón a quienes dicen que Rusia es más cristiana que occidente actualmente.

Porque la serie de consagraciones imperfectas que hicieron los papas, siempre teniendo en mente implícitamente la conversión de Rusia, como pedía la Virgen, produjo el premio de que Rusia se comenzara a re cristianizar.

Mientras que los errores que Rusia esparció por el mundo se hicieron el centro de la cultura occidental.

Hoy Rusia no terminó su re cristianización porque exhibe las tendencias hegemónicas y belicistas de los soviéticos, y la ortodoxia Rusa apoya esa belicosidad.

En definitiva, todo lo que dijo Nuestra Señora en 1917 en Fátima se cumplió, empezando por los horrores que produciría el comunismo en el mundo, con las matanzas en Rusia, China, Camboya, etc., con un saldo de más de 150 millones de vidas.  

Siguiendo con la expansión del comunismo en el mundo, donde occidente es su más claro exponente.

Y la promesa de convertir a Rusia se va ha realizado de a poco, aunque la consagracion de los Papas hayn sido imperfecta. Mientras que Portugal fue preservada de las guerras y el comunismo como había profetizado.

Y hoy estamos es un momento en que Dios se apresta a terminar con la arremetida de hace más de un siglo del maligno.

Y Juan Pablo II nos dijo que deberíamos hacer en este momento, cuando en 1980 le preguntaron por el 3er secreto de Fátima. Tomó un rosario y dijo: «Aquí está el remedio contra este mal. Oren, oren, y nada más pidan. Dejen todo lo demás a la Madre de Dios».

He aquí cómo el comunismo fue el plan de maligno que tuvo más éxito en estos siglos y cómo se instaló férreamente en occidente. 

Cfr. https://forosdelavirgen.org/errores-esparcidos-rusia-recristianizacion/