Fátima, nuestra esperanza


Propuestas de una nueva forma de trabajar para salvar el presente y el futuro de nuestra humanidad desconcertada y sufriente, inspiradas en el Mensaje de Fátima:

1- Trabajar para que el “PROPIO CORAZON HUMANO“ (empatia, ternura, confianza mutua, valoración de la persona como tal, sentimiento interpersonal positivo…) guie las relaciones interpersonales por encima de todo interés frio y egoista y sea el centro directivo del actuar a fin de ir mejorando el “nosotros” y no solo el “yo”, y paso a paso, dia a dia, junto, hacer posible que triunfe la solidaridad entre las personas, las familias, pueblos y naciones, siguiendo la llamada dada en Fatima: “Mi corazón triunfará y en el mundo habrá paz”.

2- Apostar por el diálogo en las relaciones humanas, un diálogo acogedor y un trato sereno alejado de crispación y descalificaciones: buscar lo que une y evitar el rechazo al diferente o al discrepante. No apoyar ninguna ideologia excluyente y totalitaria ni favorecer nunca lo que pueda llevar al desprecio al contrario.

3- Redescubrir la propia capacidad de tener positividad, interés y cercania hacia personas, culturas, religiones, filosofias o visiones de la vida, la sociedad o la politica que sean distintas a las propias o las mas aceptadas en el entorno en el que uno vive.

4- Renunciar a un modo de relacionarse con superioridad cultural o social respecto al otro de nivel educativo o de limitada capacidad de expresión. Y valorar nuevos modos de comunicación no verbal como la sonrisa, la gestualidad o gesto cercano que permite al otro sentirse al mismo nivel de relación interpersonal.

5- Permitir que aflore un nuevo modo de relación basado en la semejanza y la cordialidad; desterrar tópicos del tipo “la mejor defensa es un buen ataque “…. Buscar en el diálogo intercultural valores, pensamientos y metas de solidaridad, cercania para un mutuo enriquecimiento.




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