martes, 18 de abril de 2017

- Cien años de luz Fátima, un foco de paz desde 1917

En estos cien años que han pasado desde que la Virgen se apareció a tres niños, se podría afirmar que se han cumplido algunos de los mensajes que Ella quiso confiar a Lucia, Jacinta y Francisco. Prueba de ello son los millones de personas que han acudido a rezar a este recinto sagrado. Fátima se ha convertido en un conmovedor foco de oración al que acuden personas de los cinco continentes: desde Corea del Sur a Argentina, desde Ucrania a Filipinas, desde Suecia a Sudáfrica. Además, es una experiencia común entre los visitantes la paz que experimentan nada más entrar en el recinto y caminan por la explanada. Surgen de modo natural entonces las ganas de rezar ante la Virgen.
  Han transcurrido cien años desde que la Virgen se apareciese a tres niños en Fátima. En este tiempo (1917-2017) el mundo ha sufrido grandes convulsiones: la Revolución Rusa, dos guerras mundiales, guerra civil en España, la caída del comunismo, ataques a la vida... La Virgen del Rosario de Fátima, que se apareció seis veces en 1917, siempre rodeada de una gran luz, se mostró cuando gran parte de estos sucesos estaban germinando. Y en estos cien años, la luz de la Virgen de Fátima no ha dejado de alumbrar ni al mundo ni a la Iglesia.
  Otra prueba del cumplimiento de los mensajes marianos puede observarse en incontables conversiones personales, en los milagros físicos, así como en la Consagración del mundo al Corazón de María, la extensión de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María, etc.
  Fátima es un foco de oración que ha llenado de luz a tantas personas. En la historia de las apariciones, la luz es una constante en los relatos. Los videntes de Fátima coinciden en ver en todas las apariciones una luz que se acerca: primero es un Ángel, luego, la Virgen. La Señora se despide con el milagro de la danza del sol en octubre de 1917. Pensamos que este siglo que ha transcurrido, bien podría definirse como cien años de luz, una luz que guía al mundo en todo momento y pase lo que pase: dos guerras mundiales, una guerra fría, la caída del comunismo, la Iglesia perseguida, ataques a la familia, desprecio de los derechos humanos y la dignidad humana, pisoteada. Esa luz es la Virgen, que siempre –la historia de las apariciones anteriores a Fátima lo confirma– se manifiesta a personas humildes, de condición y de corazón.
  Los obispos portugueses han publicado a finales de 2016 una carta pastoral con motivo del centenario de las apariciones, «Fátima, señal de esperanza para nuestro tiempo». En ella destacan: «El mensaje de Fátima nos muestra una experiencia permanente y universal: el enfrentamiento entre el bien y el mal continúa en el corazón de cada persona, en las relaciones sociales, en el ámbito de la política y la economía, dentro de cada país, y a nivel internacional. Cada uno de nosotros tiene el reto de responder a la llamada de Dios para combatir el mal del hombre interior, para entender el significado de la conversión y del sacrificio por los demás, como lo hicieron los tres pastorcitos, en su pureza e inocencia»
*"Cien años de luz Fátima, un foco de paz desde 1917", Darío Chimeno y José María Navalpotro, 2017 © Ediciones Palabra, S.A., 2017

No hay comentarios:

Publicar un comentario