“La batalla final entre el Señor y el reino de Satanás será acerca
del matrimonio y de la familia”, afirmó Sor
Lucía, la vidente de Fátima en una larga carta enviada al Cardenal Carlo Caffarra,
entonces Arzobispo de Bolonia (Italia), donde advirtió también sobre los
ataques que afrontarán quienes defiendan estas dos instituciones naturales.
Esta afirmación de Sor Lucía, expresada durante el Pontificado de
San Juan Pablo II, fue
retomada el pasado 31 de mayo 2016 por el semanario “Desde la Fe”, de la
Arquidiócesis de México en medio del debate generado de promover el matrimonio
homosexual en este país. El semanario mexicano recordó las declaraciones que el
Cardenal Caffarra hizo a la prensa italiana en 2008, tres años después del
fallecimiento de la religiosa portuguesa.
El Arzobispo italiano había celebrado una Misa en la tumba de San Pío de Pietrelcina,
luego de la cual concedió una entrevista a Tele Radio Padre Pío, donde fue
preguntado sobre una profecía de Sor Lucía que habla acerca “la batalla final
entre El Señor y el reino de Satanás”.
El Cardenal Caffarra explicó que el contacto con la religiosa fue
a raíz del pedido que le hizo San Juan Pablo II, quien le había encargado
planear y establecer el Instituto Pontificio para los Estudios del Matrimonio y
la Familia. Al comienzo de dicho trabajo el cardenal Caffarra le escribió una
carta a Sor Lucía de Fátima …. “Inexplicablemente, ya que no esperaba una
respuesta, viendo que sólo había pedido sus oraciones, recibí una larga carta
con su firma, la cual ahora se encuentra en los archivos del Instituto”, indicó
el Arzobispo italiano. “En ella encontramos escrito: ‘La batalla final entre el
Señor y el reino de Satanás será acerca del Matrimonio y de la Familia. No
teman, añadió, porque cualquiera que actúe a favor de la santidad del
Matrimonio y de la Familia siempre será combatido y enfrentado en todas las
formas, porque ésta es el punto decisivo. Después concluyó: sin embargo,
Nuestra Señora ya ha aplastado su cabeza’”.
El Cardenal Caffarra añadió que “hablando también con Juan Pablo
II, uno podía sentir que la familia era el punto medular, ya que toca el
fundamento de la creación, la verdad de la relación entre el hombre y la mujer
entre las generaciones. Si el pilar fundamental es trastocado, todo el edificio
se colapsa y ahora vemos esto, porque estamos justo en este punto y lo
sabemos”.
“Y me conmuevo cuando leo las mejores biografías del Padre Pío
acerca de cómo este santo estuvo tan atento a la santidad del matrimonio y a
la santidad de los esposos, incluso, con justificable rigor en ocasiones”,
concluyó.
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