El Papa Francisco expresa y promueve la revolución de la ternura
de Dios que
comenzó con la Encarnación de su Hijo:.contemplando la imagen del Niño Jesús vemos que Dios
es ternura. Con Juan XXIII, canonizado junto con Juan Pablo II, en el
Domingo de la Misericordia , él
simboliza la Iglesia de la Caridad, que se hace
dulzura en la caricia, en el abrazo y en el beso que expresan la sencilla humanidad de nuestro Dios. El Papa repite
que la Iglesia conciliar vive y debe vivir el tiempo de la misericordia de
Dios.
. Sólo desde esta cercanía misericordiosa y cordial se les puede acompañar en su camino de
liberación. Esta actitud hace posible que los pobres, en cada comunidad
cristiana, se sientan como en su casa. Frente a la postura que los convierte en
extraños desconocidos, el Papa los presenta como amigos cercanos y dice que la
peor discriminación que sufren es la falta de atención pastoral y que la opción por los pobres debe
“traducirse principalmente en una atención religiosa privilegiada y prioritaria”.
Por eso me refiero a los olvidados de la
atención pastoral de Iglesia en la gran ciudad. La lejanía siempre implica una
distancia mutua, donde ambas partes son corresponsables; por eso no tiendo a
hablar de “los alejados” de la Iglesia en general. Ella debe salir al
encuentro de los seres humanos de las ciudades para ir al corazón de los que se
sienten extraños o distantes para que puedan dejarse fascinar por el amor de
Cristo.. Muchos viven en una situación de ausencia, olvido, y descuido pastoral en las periferias pobres de las ciudades. La Iglesia bautiza a muchos hijos e hijas a los
que luego no visita, ni recibe, ni acompaña, ni sigue, ni catequiza, ni
socorre, y manifiesta su sorpresa de sentirse abandonada por ellos cuando,
antes, los ha abandonado en el cuidado pastoral de su fe.
Una pastoral
misionera debe movernos a ir
hacia los más alejados para reflejar el amor de Cristo que atrae a todos hacia sí, porque “la
misión no es proselitismo sino atracción”.. La
misión pone a prueba la cercanía maternal de la Iglesia con sus hijos e hijas. Requiere la
voluntad de un acercamiento gratuito y de una cercanía cordial, tratando de
llegar a todos sin excluir a nadie, porque
la marginación religiosa y pastoral del pobre resulta ser la exclusión
antievangélica e inhumana más hiriente.
. El anuncio
del Evangelio surge de la iniciativa primera de Dios y depende del primado de
su gracia.. Francisco emplea mucho el sustantivo atracción y el verbo atraer porque “la Iglesia no crece por proselitismo sino por
atracción”..
La misión es, sobre todo, obra de la atracción de Dios en Cristo por el
Espíritu, María y la Iglesia. La evangelización no es cruzada, ni
marketing, ni proselitismo. El camino de Dios es la belleza de la atracción del
amor. En un santuario mariano, centro de la de espiritualidad popular, Dios
convoca, Cristo atrae, el Espíritu anima, María reúne, los santos interceden.
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