Revolución Rusa: Iglesias
sobre sangre derramada
En la Iglesia ortodoxa rusa existen las así denominadas iglesias “Sobre
la sangre derramada”. Vean estas fotos de la mas famosa de ellas, la de San Petersburgo:
Hay varios templos de esta clase, el más famoso está en San Petersburgo, en el lugar donde el zar Alejandro II fue matado en 1881. Aquel asesinato puede ser considerado el inicio de un largo camino hacia las revoluciones.
El 25 de mayo 2017 el patriarca ortodoxo ruso Kirill, patriarca de toda
Rusia, consagró en Moscú el nuevo templo en honor de los mártires y
confesores de la Iglesia ortodoxa rusa.
An enormous new church has been built in record-breaking time in central Moscow a few blocks from the historic KGB headquarters on Lyubanka Square. The church commemorates Christian victims...
Srétensky (Moscow, on Lyubanka Square). Interior of the Church of Resurrection of Christ and New Martyrs and Confessors of Russian Church on the grounds of the Sretensky Monastery. May 25, 2017
La ceremonia contó con la presencia del
presidente Vladímir Putin. ¿Por qué la bendición de una iglesia atrajo la
atención al más alto nivel? Porque está ubicada en un lugar de masivas
ejecuciones de clérigos, oficiales e intelectuales realizadas tras las dos
revoluciones de 1917, cuyo centenario se conmemora este año.
La KGB era el vecino del Monasterio Srétensky, donde se encuentra el
templo recién inaugurado. A las víctimas las interrogaban y torturaban en los
sótanos del Comité para la Seguridad del Estado (KGB) y luego las fusilaban en
el territorio del antiguo convento.
President Putin prayed at the Liturgy that followed the Great Consecration of the new church, which is dedicated to the Resurrection and the New Martyrs and Confessors of Russia.
Russian President Putin visits Sretensky Monastery in Moscow
La caída de los zares
En febrero de 1917, en medio de demostraciones de obreros, militares y
policías, bajo la presión de los principales mandos del Ejército, el zar Nicolás
II firmó el acta de abdicación. A partir de ese momento, la política en Rusia
consistió en el enfrentamiento entre el Gobierno provisional de conservadores y
centristas y el Soviet (Consejo), formado por los socialdemócratas radicales y
moderados. En octubre de 1917, tras la toma armada del poder en Petrogrado (San
Petersburgo) y las provocaciones rebeldes en las regiones, el Soviet se
proclamó la única autoridad en el antiguo imperio ruso.
Santos sin santoral
En la década de 1920, Rusia pasó por la guerra civil y luego, durante 70
años, experimentó la construcción de una nueva sociedad basada en las ideas
marxistas. Por desgracia, a este proceso lo acompañaron severas persecuciones
contra la Iglesia, declarada enemiga del Estado socialista. Las represiones
produjeron miles de mártires y confesores.
La Unión Soviética cayó en 1991. Pero hasta ahora en Rusia no ha habido
consenso en torno a las dos revoluciones. Muchas personas se siguen
manifestando con retratos de Lenin el 7 de noviembre, en el aniversario de la
Revolución de Octubre.
Otras prefieren celebrar la fiesta de la Rusia moderna,
el Día de la Unidad Nacional del 4 de noviembre, que coincide con la fiesta del venerado icono de la Madre de Dios de Kazán.
Un paso importante hacia la reunificación nacional es una catedral
grande y hermosa en un lugar sagrado donde los revolucionarios derramaron la
sangre de víctimas inocentes.
Como dato curioso, el abad del monasterio
Srétensky, el obispo Tíjon (Shevkunov), es autor del bestseller: “Santos
sin Santoral”. Los fondos recaudados a través de la venta del libro se han
destinado a la construcción del «templo memorial dedicado a los mártires
cristianos del siglo XX».
“Russia, once an officially atheist State, has made a stunning turnaround since the fall of the Soviet Union with the majority of Russian people now identifying themselves as Orthodox Christians”
Esta colección de relatos sobre la vida eclesiástica
en Rusia ha sido editada en distintas lenguas, y ahora se está preparando su
publicación en español una oportunidad exclusiva de leer
fragmentos de la obra de uno de los más conocidos obispos rusos.
*Por Miguel Palacio, Consejero del Departamento de Relaciones Exteriores Eclesiásticas del
Patriarcado de Moscú
*Video de la consagración del nuevo templo: https://www.youtube.com/watch?v=o34Of7xR6y8
(dura 3 h y 40 minutos)
La trágica historia de los Zares de Rusia
Alejandro II empezó a gobernar en 1855. Rusia estaba cansada del régimen
de mano dura mantenido por el zar Nicolás I durante 30 años. Alejandro trató de
imponer en Rusia innovaciones que la acercarían a Europa. La reforma más
significativa fue la emancipación de los siervos en 1861. Pero las leyes
progresistas de Alejandro II impulsaron algo que él nunca hubiera podido
imaginar: el nacimiento del terrorismo. Los luchadores por la transformación
social eligieron como objetivo de caza al zar llamado el libertador.
El hijo de Alejandro II, Alejandro III, era partidario del
conservadurismo y se esforzó por acabar con reformas. Su sucesor, Nicolás II
(1894-1917), un hombre serio y honesto, resultó incapaz de enfrentarse a los
desafíos de la época. El tiempo de Nicolás II se caracterizó por el desarrollo
de la industria y la prosperidad de la educación. Al mismo tiempo, entre los
obreros crecían el disgusto y la decepción. Querían ganar más y tener un seguro
social garantizado. Los trabajadores formaron sindicatos que pretendían jugar
un papel activo en la sociedad.
El comienzo del siglo XX trajo para Nicolás II una serie de hechos
fatales: el fracaso de la guerra contra Japón (1904-1905); la primera
revolución (1905-1907); el establecimiento de la Duma Estatal (una especie de
parlamento), que puso el punto final en la historia de la autocracia absoluta
en Rusia; los conflictos del zar con la Duma; la I Guerra Mundial (1914-1918),
en la que las fuerzas armadas rusas no tuvieron éxito.
Todo esto causó la desilusión total con Nicolás II. Además, diversos
hombres de Estado, miembros de la familia de los Romanov y jerarcas de la
Iglesia, se opusieron vigorosamente a la influencia política de Grigori
Rasputin, un campesino que obtuvo fama de sanador y de adivino que se acercó a
la zarina Alejandra, esposa de Nicolás. Rasputin supo aliviar dolores del
príncipe heredero, Alexis, que sufría hemofilia (enfermedad que impide la
correcta coagulación de la sangre). A comienzos de 1916, un pariente de Nicolás
II, el príncipe Félix Yusúpov, mató al amigo de la pareja imperial.
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