Lo que la Virgen nos dio en Fátima
En 1917, la Virgen María se apareció a tres pastorcitos en Fátima y les reveló las respuestas del cielo a las preguntas candentes que en ese momento tenían millones de personas: “¿Hacia dónde va el mundo?”, “¿Qué podemos hacer?”. Las visiones de Fátima resultaron enteramente proféticas en relación con los acontecimientos que se desarrollarían durante el siglo XX. Y los videntes mismos confirmaron la autenticidad de las revelaciones con la notable santidad de sus vidas. Sencillos aldeanos con poca educación, recibieron del Cielo dones de sabiduría superiores a los de los poderosos. Porque lo que Dios Padre oculta a los sabios y entendidos, lo revela a los pequeños (Mateo 11, 25). Los tres niños fueron informados con anticipación de las grandes pruebas que vendrían durante un siglo de agitación. Oyeron de guerras, revoluciones, persecuciones y de un resurgimiento de la actividad demoniaca. Dios les mostró el infierno mismo. Esto los perturbó mucho. Incluso en nuestro tiempo, parece un peso enorme para depositarlo sobre corazones inocentes. Pero estos niños, Lucia dos Santos, Francisco y Jacinta Marto, también recibieron instrucciones sobre cómo perseverar y triunfar en los momentos más difíciles. La Santísima Virgen, como siempre, los exhortó a hacer todo lo que su Hijo les pidiera. También les dijo que rezaran el Rosario y que fueran especialmente devotos de su Inmaculado Corazón. Aquellos que siguieron el consejo de Nuestra Señora, experimentaron paz en medio de la tribulación y recibieron consuelo. Pudieron discernir el bien del mal y elegir fielmente el bien. |