El Arzobispo de Los Ángeles,
Mons. José Gomez, explicó por qué la Virgen María es el camino más rápido y
seguro para llegar a su hijo Jesús. He aquí su escrito:
Me
siento muy contento de que el Papa nos haya dado este nuevo día para recordar a
María cada año, el lunes después de Pentecostés.
Este fue el deseo de nuestro
Señor a la hora de su muerte y su regalo final para nosotros. Las palabras que
Jesús dijo al estar en la cruz, nos las dice hoy a ustedes y a mí, y también a
toda la Iglesia. Él nos invita a mirar a los ojos de María, y nos dice: “¡He
aquí a tu Madre!”.
Jesús nos entrega a su propia
madre para que sea nuestra madre. Hoy tenemos la bendición de poder reflexionar
acerca de este hermoso regalo, que es parte del misterio del plan de Dios para
nuestras vidas.…
¡Dios tiene un gran amor por
nosotros! Es maravilloso pensar que somos hijos e hijas de la Reina del Cielo.
La madre de Jesús nos ama a cada uno de nosotros como a uno de sus propios
hijos.
En la gran historia de la
salvación, el Padre envió a su único Hijo para que naciera de una mujer. Jesús
viene a nosotros a través de María, y nosotros vamos a Jesús por medio de
María. Ella forma parte de la misión de Él desde el principio, desde el momento
en que le dijo que “sí” al ángel, y que Él fue concebido bajo su Inmaculado
Corazón, por el poder del Espíritu Santo.
En su
amor, María llevó a Jesús en su seno. Ella lo presentó en el templo y lo crió
con San José en la santa casa de Nazaret. María estuvo allí con sus apóstoles
cuando Jesús dio inicio a su ministerio terrenal en la fiesta de las bodas de
Caná. Ella estuvo entre las mujeres que lo seguían, escuchando sus enseñanzas y
presenciando sus milagros.
Cuando
Él fue traicionado y abandonado, María estuvo de pie, a su lado junto a la
cruz, para que Él no muriera solo.
Y cuando Jesús resucitó de
entre los muertos y ascendió al cielo, María se convirtió en el corazón materno
de su Iglesia. En Hechos de los Apóstoles: “Todos ellos perseveraban en la
oración, con un mismo espíritu en compañía de… María, la madre de Jesús”.
María sigue siendo el corazón
de la Iglesia, la madre de la familia de Dios. María, la madre de Jesús todavía
nos acompaña, compartiendo nuestras alegrías y esperanzas, ayudándonos en todos
los desafíos que nos presenta nuestra vida cotidiana. Ella nos abre todavía los
brazos con amor tierno, para ofrecernos su consuelo y su guía.
Y así como sucedió con los
primeros discípulos, Jesús quiere que ustedes lleven a María a sus hogares, a
sus vidas y a sus corazones. Él quiere que ustedes la amen como a una madre. Él
quiere que ustedes sientan el amor que ella tiene por ustedes. Y Él quiere que
amen a María, como Él la amó.
Los santos saben que nosotros
vamos a Jesús del mismo modo que Él vino a nosotros: a través de María. Así
como ella ayudó a Jesús a crecer, la misión de María es ahora la de ayudarnos a
crecer como hijos e hijas de Dios. ¡Y ella tiene mucho que enseñarnos!
Así que, ¡amen a María como
madre! ¡Pídanle que sea una madre para ustedes y que nunca los deje! Pídanle
que interceda por ustedes y que los ayude a crecer en la fe y a hacer la
voluntad de Dios .…
¡Que nuestra Santísima Madre
María nos ayude hoy y siempre a seguir a su Hijo y a crecer en santidad y en
amor!
(El
arzobispo Gomez celebró la primera Misa en memoria de la Santísima Virgen
María, Madre de la Iglesia el 21 de mayo. Se unieron a él más de 1,000
estudiantes de escuelas católicas de toda la arquidiócesis que ofrecieron
flores a la Virgen y presentaron intenciones de oración para pedir su
intercesión; intenciones que el arzobispo llevará a la Basílica de Nuestra
Señora de Guadalupe durante su peregrinación anual en julio).